lunes, 27 de junio de 2011

¿COMPARTIRLO TODO?

Amigas desde hoy y siempre (ADHYS), así decidimos llamar al grupo Mayra, Mabel, Milagros, Kathy, Keren y yo, las seis supuestas mejores amigas de los tiempos. Lo sabíamos todo entre todas, salíamos a muchos lugares juntas hasta nos fuimos de viaje, pero no sabía que ser amigas también existiría el “compartirlo todo”. Claro, uno a simple vista puede decir. ¿Qué tiene de malo? Si todas las amigas comparten. Sin embargo Mabel tenía la concepción de compartir todo absolutamente todo. Fue duro por muchos motivos, un hombre no es motivo para juguetearlo así se lo merezca. Además, ¿Qué pasaría si yo esté tan enamorada? No me gustaría ver a mi enamorado con mi mejor amiga ¡En la vida! y lo más importante ¿Qué imagen podría tener yo al comportarme así?

En uno de nuestros trabajos grupales, Mabel no asistió. Nos preocupamos mucho y decidimos ir a su casa a ver qué pasaba. Toda su familia nos habían dicho que si salió, así que decidimos esperarla más tiempo. Regresamos al lugar donde habíamos quedado en encontrarnos desde un principio y por lo lejos la vimos venir sonriendo. No quiso aclararnos nada, pero si recompensó su tardanza con otro trabajo.

Por la tarde y en plena clase, corría el rumor que una de mis mejores amigas se había encontrado con el entonces mi enamorado, a mis espaldas por la mañana. ¿Qué habría pasado? No lo sabía. No decidí preguntarle, pues supuse que me lo contaría ella misma. Pasaron los días y no recibí aclaración alguna, mientras tanto las especulaciones seguían y seguían hasta el punto de enterarme que Mabel se había encontrado en el supermercado Metro con mi chico.

Ese mismo día por la noche en el chat conversé con mi atolondrado para saber que había pasado. El muy sinvergüenza me había dicho que sí era cierto, pero que no habría que preocuparme porque solo se dieron un beso. En ese momento no supe cómo reaccionar. Una de las que se decía llamarse mi mejor amiga besándose con un hombre que dice estar enamorado de mí, pero a mis espaldas haciendo lo indebido. ¿Qué hacer? Lo que todo el mundo esperaba, encararla y decirle por qué lo hizo.

Me insistí en tener mucha paciencia al hablar con ella porque de lo contrario, no sé como hubiera actuado. El momento llegó y ella ni siquiera se disculpó. Solo dijo: Pero Katherine, somos amigas y las amigas lo deben compartir todo. No niego que al escuchar eso quise ir donde su enamorado y besuquearlo para que supiera que se siente compartirlo todo. Pero recordé en ese momento que el chico que le gustaba a ella me acortejaba, así que decidí hacerle caso solo por un rato en una de las fiestas donde planeamos ir juntas. Como siempre me sacó a bailar y como nunca yo acepté. No era feo ni mal educado, además bailaba muy bien. Mis “amigas” se “mataron de risa” mientras tanto, pero Mabel se notaba muy incómoda y anonadada.

Al son de un reggaetón y con la manera de bailar que sólo yo podía hacerlo, bueno al menos eso me decían ellas: “Eres la mejor bailando cualquier ritmo” hasta me pedían que les enseñara. Pero bueno, siguiendo con el baile, Mabel ya no aguantó más y se fue. Ya no tenía caso seguir bailando con él, así que ¿Cómo sacármelo de encima? le dije que me esperara, pero nunca regresé. Fui corriendo para alcanzarla y lo logré. Tan profunda fue la conversación que ambas lloramos mucho. Decidimos ahí terminar con nuestros enamorados.

Desde ese momento ya nada era igual entre las seis. Cada una por su lado, pero Mabel y yo juntas. De solo recordarlo carcajeo. Ahora que estamos fuera del colegio, cada vez que recordamos las ADHYS esos momentos solo reímos. Pero las extraño mucho. Hasta donde sabía, Mayra estudiaba, pero ahora trabaja; Milagros tiene un bebe y trabaja arduamente, ya que es madre soltera; Kathy solo trabaja para mantener a su madre, pues sufre de cáncer; Keren se volvió cristiana, siempre que la vemos está con faldas y no se maquilla ni corta el cabello porque su religión no se lo permite; y Mabel está estudiando ingeniera civil y trabajando por las vacaciones.

Actualmente sé diferenciar amigos de compañeros, por lo tanto digo que mi única y mejor amiga es mi madre porque sé que ella si sabe que significa compartirlo todo, además nunca me traicionaría y me ama como yo a ella. Quizás con el tiempo nuevamente crea en alguien más. Solo quizás.

LA NIÑA DE JUNTO AL CIELO

San Juan de Lurigancho es considerado el distrito más populoso de Lima y allí encontramos a “Las Malvinas”. Un asentamiento humano en el cual la vida no vale nada; O bueno. Casi nada. Soy privilegiada de contemplar un panorama que muchos no pueden apreciar desde su casa. Y no precisamente porque vivo en un muelle, malecón o puerto cerca al mar, sino que vivir como invasores en los cerros hace que te beneficies con esa vista.

Desde que llegué a este barrio entablaba conversación con chicas de mi edad en ese entonces, pero conforme pasó el tiempo cada una de ellas salía embarazada. Fue como si una racha estuviera atacando al barrio. Desde ahí mis padres me prohibieron relacionarme con alguien más. Solo saludar a los vecinos por respeto y eso no ha cambiado hasta ahora.

Al costado de mi casa vive la señora Susana “La loca” y su hija Mireya “Loca Junior”. Así le apodó mi mamá. Siempre desde las 7.30 a.m. nos despierta con lo mejor de su repertorio musical de “Chacalón”. Pareciera que escucha en volumen máximo, porque la bulla es demasiada y muy desagradable. Se la pasa gritando por las puras y se dice de ella que su conviviente la dejo por ser muy violenta, grosera y sufrir de depresión. Pero por lo visto eso ha repercutido de su madre, puesto que ambas sufren el mismo problema.

De los demás vecinos no sé nada o casi nada, lo que si queda muy claro es que ellos si conocen tu vida al revés y al derecho. No sé cómo, pero lo saben. Lo delatan las miradas y murmullos que dirigen cada vez que se acaban de enterar una “calientita”.

Este asentamiento cuenta con una cancha de fútbol y no precisamente con gras o material noble, más bien es una pampa en la cual se han puesto tres palos de cañaveral en cada extremo que simulan ser el arco. Eso sí, solo juegan los mejores, ya que todos los domingos realizan como una especie de campeonatos; todos vestidos como verdaderos futbolistas y las hinchadas sentadas en las piedras o ladrillos donde hallaran la mejor comodidad para disfrutar de un buen partido. “La señora Conchita” aprovechando el momento, se coloca en la puerta de su casa a vender un rico ceviche con tallarines rojos y papa a la huancaína (que tal combinación).
Y bueno. Si no hay siquiera una buena cancha de futbol, pues mucho menos hay un parque donde uno pueda quitar el estrés aunque sea.

En la esquina de mi casa se encuentra “La tía veneno” ni siquiera sé su nombre, pero la gran mayoría la conoce y llama así. Ella vende en su carrito sanguchero comida “chatarra”, es decir salchipapas, pollo broaster y hamburguesas. Colocando una mesa y un par de bancas donde los comensales puedan degustar de su sazón acompañados de la televisión en sintonía de la serie más vista no solo en mi barrio “Al fondo hay sitio”.

Y a la otra esquina se encuentran “Los aliados” así dicen llamarse por ser del equipo blanquiazul “Alianza Lima”. Siempre se la pasan fumando, tomando, peleando, gritando (pasándose la voz o “gileando”. Sus nombres no los sé.

Este es mi barrio y he aprendido a adaptarme desde hace mucho tiempo a ella. A pesar de que no contamos con un santo de concreto y una cascada que lo acompañe al finalizar la calle, si vamos a misa todos los domingos y cada mes de octubre que llega el Sr. De los milagros del distrito, estamos esperando ansiosos su llegada colocando cadenetas, globos y una mesa pequeña donde se coloca flores y su imagen en un cuadro a la espera de bendecir el lugar donde vivimos.


“QUERÍA DESCANSAR”



Morir el día de tu cumpleaños a consecuencia de una enfermedad terminal, es uno de los episodios de la vida más trágico que le puede suceder a una persona y Analí Cabrera lo pasó. Luchó desde el 2007 con ese padecimiento que las mujeres tanto tememos: Cáncer al seno.

El tumor ya estaba aquejándola también a los pulmones, razón por la cual tuvo muchas quimioterapias que fueron debilitándola poco a poco. Casi siempre la hemos visto luchadora ante cámaras y dando su testimonio de vida para que sea de ayuda a otras mujeres que padecían de la misma enfermedad, sin embargo nadie podía verla llorando y suplicando a Dios por su vida y familia.

La recordada “Chelita” dejo de existir el 21 de Junio a las 5.20 a.m. coincidentemente el día de su onomástico 52. Su familia y su pareja Havier Arboleda rodeaban el féretro de una de las mejores artistas de la televisión peruana. Quizás muchos no la reconozcan, pero los que sí pudieron disfrutarla en la cúspide de su carrera, podrán decir: Qué pena perder a una mujer tan joven.

A mediados de este marzo, Cabrera fue internada en el área de emergencias en el hospital Edgardo Rebagliati tras sufrir una recaída de la enfermedad que la perturbaba. Lamentablemente ya no habrá más una secretaria inocente pero sexy para que un “jefecito” caiga rendido a sus pies con solo dirigirle la palabra.

Casualmente horas antes de morir, Analí pidió a su familia que se vistiera de blanco y a Havier, que fuera muy feliz. “Quería descansar” estas fueron sus últimas palabras y quizás hasta su último deseo.


UN CHAVO DE 40




Esta soplando sus 40 velitas de haber realizado una televisión humorística, pues no cualquiera logra mantenerse a pesar de los tiempos y en donde el medio suele ser muy cruel, como el mejor espacio infantil del mundo. Fue traducido en más de 20 idiomas y se consolidó programa número uno en muchas oportunidades y en varios países.

Se dijeron muchas cosas sobre aquel programa. Que era muy grosero y violento, que fomentaba la desunión entre familias, puesto que la mayoría de personajes eran abandonados o huérfanos, etc. Sin embargo, nada de esto fue útil para opacar el gran trabajo de Roberto Gómez Bolaños, que una vez confesó haber tenido un trágico final para El Chavo, ya que pensaba en matarlo mediante un accidente, empero su hija psicóloga le aconsejó que no lo hiciera, pues traería consecuencias muy graves para los niños y grandes.

El genio y sus chispoteadas, lograron acaparar la fama como espuma en varios lugares del planeta, pues su gira magistral al menos por Sudamérica, nunca será olvidada. Y fue en Colombia donde cerca de las 20.000 personas, llegaron al evento tan solo para ver a sus ídolos pintorescos. En el Perú no se hicieron esperar, pues aquí llegaron en dos oportunidades, una gran cantidad de seguidores fueron a recibirlo con gran ilusión y por supuesto el cariño peruano se hizo notar hasta casi llegar a las lágrimas de nuestros invitados.

Fue el 21 de julio de 1971 donde se transmitió por primera vez la serie El chavo del 8, y conforme pasaba el tiempo se fueron acoplando más series de su autoría como Chespirito, Chapulín Colorado, Dr. Chapatín, entre otras. Según la prensa mexicana, en su auge El chavo del 8 fue visto por más de 350 millones de espectadores por semanas. Y desde el Octubre del 2006 se estrenó el Chavo animado donde también es muy bien recibido en Latinoamérica.

Y quien alguna vez no ha dicho: ¡Uy, se me chispoteó! ¡Síganme los buenos! ¡No contaban con mi astucia! Y muchas más. En lo particular muchas veces lo he pronunciado y he llegado a cuestionarme ¿tanto así ha calado María Antonieta de las Nieves, Ramón Valdez, Carlos Villagrán, Florinda Meza, Edgar Vivar y todos ellos en nuestras memorias? Es real, simplemente un paradigma de la comedia.



miércoles, 22 de junio de 2011

TENGO GANAS





Creo que desde el 2007 no abro un libro de Mario Vargas Llosa. De los que recuerdo solo es uno el que recomendaría y al que considero como el mejor: Travesuras de la niña mala. Aquella novela erótica que es capaz de levantar los más bajos instintos de una persona y saciar cualquier deseo de pasión pero sobre todo amor.

Un texto que cuando transitas párrafo por párrafo te dan más y más ganas de leer y nunca detenerte. Y si yo lo hice fue porque el tiempo se convertía en mi peor enemigo. Recuerdo haber descubierto solo dos capítulos y hace una semana que quise regresar a la historia de esa niña inquieta y ambiciosa, pero como fue uno del millón de libros piratas que se publican al año en el Perú, paso lo que me temía. Lo hallé hongueado, maloliente y hasta con las letras casi transparentes.

Quise saber el final, como a cualquier persona, sin embargo me quedaré nuevamente con las ganas. Me contaron que la protagonista había muerto pero ya no quiero escuchar más porque eso lo descubriré yo misma. ¡Ah! Pero eso sí. Me cercioraré que el libro no sea comprado ni en Quilca ni Amazonas, así me cueste un “ojo de la cara”.




martes, 21 de junio de 2011

“LA PATRONCITA DE ROJANÁRIZ”

Subo a las tablas para expresar eso que tantas veces me ha hecho llorar y reir. Cantar y bailar. Por fin puedo transmitir mis más hondos sentimientos y sin contárselos a nadie. Me he preparado por tres meses para ser “La patroncita de Rojanáriz” y dar lo mejor de mis destrezas artísticas sin ningún fin de lucro, pues solo me conformo con hacer reir hasta aquel que acaba de venir peleado con su mujer.
Empezó la obra y aunque el teatro nació en Atenas y fue de carácter religioso, esta nació en una capilla de San Juan de Lurigancho y al estilo “Claun”, el que más me gusta.

Nunca había sentido por mis poros, tanta satisfacción, energías y ganas por comenzar una nueva vida como hoy. Pues al abrirse los telones rojos, estaba yo ante una gran multitud que acudió gratuitamente solo para vernos y disfrutar del teatro. Qué curioso que cuando uno está más preparado, los nervios pueden traicionarnos.

Las mascaras eran indispensables para una obra teatral en Atenas, pero para este es necesario salir sin la nariz roja y brillante. Remotamente se utilizaban los coturnos, que eran unos zapatos de madera con alza que servían para dar altura al actor, pero para este es necesario las zancas que le dan vida al espectáculo. Mientras los griegos hacían trajes de túnicas, cortas o medias y mantos. Nosotros confeccionábamos vestidos y overoles multicolores para resaltar la vida y alegría, ya que antes según los colores de las ropas el personaje tenía más o menos importancia, así, los colores oscuros eran para los personajes tristes, los alegres para los importantes o los colores normales para la gente del pueblo. Además, Los actores usaban unas almohadillas para abultarse, de modo que se siguiese guardando la proporción con el coturno y la máscara. Además podían usar otros elementos como corona en el caso de los reyes.

Nosotros ya teníamos a nuestros espectadores caseros, aunque no con tanto apogeo como era antiguamente, estos eran concurridos porque se celebraba en honor del dios Dioniso en Atenas durante los días 11 al 13 del mes llamado en griego Antesterio.
A nosotros no nos hacía falta nada de ello, pues nuestros rostros gesticulados ya reflejaban de por sí nuestros personajes. Una sonrisa donde las arrugas se mostraban por doquier y nuestro cuerpo que se convertiría en un “chicle” donde estiraríamos toda esa destreza que caracteriza al “Claun”. Y que con los aplausos, gritos y silbidos que al escuchar transportaba esa energía infinita por las arterias, demostrábamos un buen trabajo.


A MITAD DE CARRERA

Si algo he comprendido en la universidad, es que solo aquellos que realmente anhelan su carrera, harán todo lo posible para realizarla a pesar de todo. Y es que ahora que solo falta 3 semanas para terminar el ciclo me pregunto constantemente si di todo lo mejor para llegar a ser grande. Mis respuestas siempre suelen ser: No. Digo hola a los exámenes finales que en muchos casos lo llamo Juicio final, pues puede ser para perjudicarnos o salvarnos de los cursos. Se van preparando los plagios pues la mayoría piensa que no será nada bueno darse el gusto de jalar. Y es muy cierto, pero hay que llamarle solo comparación de respuestas, pues rectificar nunca está de más.

Hoy es martes y nuestros cerebros piden no más trajinar y mis ojos pernoctar. Esto es muy cierto porque no sé si ahora que estoy redactando, estos se hallan rojos y venenosos, aunque lo más probable sea que sí. Los pasos parecen arrastrarse en vez de estar firmes. Es normal de todo estudiante universitario ¿no? Ya ni siquiera sé si con mi familia llevo una vida desorbitada. Terminando las clases ya tendré la respuesta.

Se acerca el día final de clases y todos temblamos de emoción por saber sobre todo nuestras notas en los cursos más bajos y tomar represalias para no dirigirnos a los suplicatorios. Murmullos y barullos escucho siempre, pero como el del salón 701 ninguno. Estos suelen ser muy interesantes porque o bien escuchas a todos hablar del mismo tema, lo cual entendemos que todos estudiamos cada uno a su manera pero lo hacemos, O sino planear la pichanga o juerguitas que en fin de ciclo cualquiera de nuestras casas se viste de gala y que al compas de “Estar en la universidad es una cosa de locos” y cajas de “Chelas” podamos transportar el trago amargo lo más lejos posible.

Pero en fin, ahora otra es la realidad, aun no hemos pasado ni un examen final y mucho menos los trabajos considerados extraoficialmente perjudiciales, pues aparte de venir con la ropa bien “tiza”, estas en la mira no solo de las “bibliotecas andantes” sino de todos los que por meses nos han torturado con una que otra chapa. Eso por supuesto tendrá que cambiar este fin de ciclo porque entramos a la mitad de la carrera y es más que suficiente para darnos cuenta que ya no somos cachimbos.

PISANDO SUELO

Es Martes 8 de Diciembre del 2009, aproximadamente 3.00 pm.
Mi mamá, papá, mi hermana y yo la mayor. Juntos en un mercado popular, de esos donde se ven a la gente de los asentamientos humanos que suelen amontonarse para ver a algún cómico, mimo o dibujante, que les llamara la atención. Ambulantes por doquier, tendiendo sobre un plástico en el piso y ofreciendo lo bueno, bonito y barato. Gritando ofertas, remates, 2x1, entre otras. Que ¿Qué estábamos haciendo ahí? Pues, comprando pantalones polares para el frío intenso a s/.10.00, al igual que casacas, medias del clásico material, una zapatilla a s/. 20.00 y entre otras cosas más. Todo eso para mi madre.

El ambiente entre los cuatro no era la de una tradicional familia cuando se va de compras. Mi hermana sujetada muy fuerte del brazo derecho de mi mamá y con los ojos de querer llorar, esos que con solo basta un abrir y cerrar de las pupilas, cae todas las lágrimas. Mi padre del brazo izquierdo mostrando un rostro de melancolía, las arrugas fruncidas suavemente entre las cejas, y yo al costado de él, mirando al frente, sin rumbo y mis ojos simulaba seriedad.
Nuestros rostros reflejaban el vaticinio de algo fortuito, y no era para más, pues hace una semana habíamos recibido la llamada de un familiar desde Huancayo, mi mamá dijo que la voz se escuchaba y sentía segura, pero a la vez convenenciera.

Quien le había llamado era su prima hermana, que le propuso viajar a Italia con sus documentos “ilegal”, ya que ella había estado por tres años consecutivos allá y no se acostumbraba, por eso en sus vacaciones se vino al Perú para estar con su familia y de paso a casarse. Entonces ella ya no querría regresar nunca más a ese país, por eso le brindo esa oportunidad. Lo único que tenía que hacer era cambiarse el “look”, aprender un poco de italiano para cuando llegue al aeropuerto de ese país y darle a cambio unos miles de euros. En ese momento me pregunté ¿Cuántas personas harán lo mismo por su familia? Y lo que me enteré fue que solo hasta el mes de febrero 228,810 peruanos viajaron al exterior; en el rango de edad de 30 a 39 años. Mi madre sería ser parte de esa lista.

La gran mayoría de personas se retira del país trabajar y mi mamá iría también para lo mismo. Mis padres aceptaron, ya que la situación económica en mi casa no era o es tan digna. No contamos con agua y desagüe, electrodomésticos indispensables como, refrigeradora, licuadora y plancha. Mi hermana le faltaba solo un año para terminar la secundaria y seguir con los estudios superiores. Y yo, seguir con lo de la universidad.

La tía nos dio recomendaciones como: allá hace mucho frío, por ende cómprate ropa de invierno, tienes que hacerte exámenes médicos, porque los italianos son muy especiales en eso, solo tendrás que llevar ciertos kilos en las maletas y que estaría otra prima allá en la ciudad de Roma, quien tiene ya un departamento y que ahí era donde se alojaría mientras consiga un trabajo.
Terminó la llamada y se quedo en silencio, solo atinó a abrazar a mi papá muy fuerte y ambos empezaron a llorar. Mi hermana se unió a ellos. Por mi parte me fui al cuarto y empecé a llorar desconsoladamente.

Aquella última semana que la tendría conmigo, paso “volando” y recién aprovechábamos el tiempo para llegar más temprano a casa, dejar un día de trabajar para estar en su compañía y escuchar sus frases célebres como “hija te he dicho miles de veces que eso no lo pongas ahí” o también “no cambies de radio pues mi negrita, estoy escuchando canciones del recuerdo”. Sin embargo, por momentos sentía algo dentro en mí que me tenía con la idea de que se iría a un viaje por vacaciones o situaciones así. El motivo de ese pensamiento, hasta ahora no lo sé


Bueno. Seguimos en el mercado. Ya es como las 6.00 pm. Estábamos rumbo a la peluquería para cambiar el estilo de cabello de mi madre a ondulado. Como la de mi tía. Aquella peluquera muy amable y tenía como de 45 años, casi la misma edad de mi mamá, con un aspecto poco admirable como para su oficio. El local lleno de plantas artificiales colocadas como adornos en las paredes y barias fotografías viejas de cartulinas con imágenes de actrices o cantantes famosos con peinados diferentes. Como dando a referencia que de esa manera quedaría su cliente luego de su servicio.

Pero en fin, llegó el momento en que la estilista tocaba el cabello de mi madre y observándola minuciosamente como insinuando que tipo de ruleros utilizaría para el ensortijamiento de la cabellera. Ella. Mi madre nos miraba tras el espejo, sonriéndonos y con una mirada transmitiendo lo mucho que nos ama.
Al son de la música del grupo cumbianbero “Hermanos Yaipén”, tarareada por la cosmetóloga y a la vez haciendo su trabajo.
Mi padre, hermana y yo, mirando revistas mientras tanto y esperando por el lapso de casi dos horas, moviendo el pie de arriba hacia abajo como señal de impaciencia hasta que terminara el gran cambio de la pequeña melena de mi adorada señora que me dio la vida. El cambio de Look nos costó s/. 20.00

Pero en realidad, esta tan hermosa como todos los días, solo que con un toque adicional. Es que nunca antes se había cambiado el cabello a ese modo. Siempre fue natural. Es como esas madres hogareñas, que se dedican a cuidar a los hijos y esposo, limpiar la casa, preparar la comida, lavar la ropa al son de las canciones de José José, Camilo Sesto, Raphael; claro no podría faltar su cantante favorito Miguel Gallardo. Por los fines de semana trabajar como empleada de hogar en San Borja. De esas que cuando es tu cumpleaños te levanta con un beso y desearte lo mejor en esta vida, que te trae el desayuno en la cama después de un arduo trabajo de la universidad, quien cuando llegabas tarde de estudiar, te tenía el taper caliente con la comida, envuelta por chompas y en la cama con las frazadas. Por las noches, prepararte una infusión bien caliente para calmar el frío del cuerpo. Y cuando le regalabas algo por su día o fechas célebres, lo conservaba muy bien.


Llegaría la hora de embarcarla y acompañarla al aeropuerto. Tomamos un taxi, color blanco, que como volante era un señor cerca de los 55 años. Nos cobró algo de s/. 30.00, que comprendía el tramo San Juan de Lurigancho – callao.
Adelante del asiento mi papá y mamá. Atrás, mi tía. Quien le había propuesto lo del viaje. Mi hermana y yo.

Casi las 8.00 pm Cruzamos las puertas de vidrio que nos llevaba a la sala de espera. Todos los asientos estaban ocupados por gente de buena clase social. Limeños “pitucos”, gente de negocios, turistas, gente de la selva, norte y sierra. Según escuchaba sus conversaciones por pura casualidad, estos últimos viajaban al interior del país por vacaciones. Los primeros, para visitar a sus padres en el exterior, o también estudiar post grado, y pues la gente negociante… ese es su estilo de vida. Así es su trabajo.

Mi mamá y tía se fueron no se a donde, pero algo indicaron que practicarían el saludo y como seria la recepción de los documentos a la hora de acercarse donde la señorita que atendía esos asuntos.
Mi papá por su parte se fue a comprar un ramo de rosas sin que mi madre se diera cuenta. Solo quedamos mi hermana y yo, que ya habíamos cogido un par de asientos. Esperamos como 30 minutos y mi padre llegó, empero mi mamá aun no. Seguimos esperándolas angustiados que había pasado con ellas.
Pasaron 50 minutos y ambas llegaron diciendo que todo ya estaba listo, solo faltaba ir donde la sala de migraciones para ya despedirnos de ella y tomara su vuelo rumbo a Roma, exactamente en la localidad de Cipre.
Las dos se habían ido sin decir nada, en aquel centro de atención del aeropuerto, donde tendrías que dejar todos los documentos y así te permitan continuar con el viaje.

Según mi mamá, le dijeron que cuando presentó los papeles donde estaría la foto de la verdadera persona. Mi tia, pues le dijeron que ella no era la misma de la fotografía. Mi madre tarareó, estuvo sudando un poco y la señora que la atendió, se fue donde otra cabina para consultar ello. Mi mamá ya estaba resignada. Todos sabían que eso era un riesgo total, ya que si se descubría la verdad, mi mamá iría a la cárcel. Ella casi se pone a llorar, pero regresó la jovencita y le sello los papeles, le dijo que pasara al área de migraciones en donde su vuelo saldría a las 9.30 pm. Entonces todos nos contentamos y más tranquilos subimos al segundo nivel hacia donde nos habían indicado. Eso si fue como un milagro pues una semana antes se mostró en las noticias que una mujer fue detenida por salir ilegalmente del país. Incluso hay personas que ya están afuera y son deportadas. La fianza mínima que ofrece un centro de detención de inmigrantes es de $ 1500. Muchas personas utilizan a especialistas en fianzas para pagar sus bonos. Estos individuos no son asociados a la corte y por lo general cobran una cuota de entre 10% – 15% por el uso de garantías para asegurar la fianza. Un bono de fianza es un contrato el Estado, el acusado y un Fiador de Fianzas. Este contrato permite que el acusado sea descargado de la cárcel (no vaya a la cárcel).


Se anunciaba por el micrófono que el vuelo para Roma ya estaba a punto de salir y que fueran entrando hacia otra área, donde la llevaría al avión con destino a Italia.
Pues llegó el momento de la despedida.
Mi mamá empezó a llorar desconsoladamente que ya ni siquiera podía pronunciar bien las palabras que quería decirnos. Toda la gente nos miraba. A los demás se les hacia fácil despedirse. Pareciera que eso ocurre en ellos con mucha frecuencia.
Pero en mi caso no. La mujer que me había dado la vida se estaba por ir por sabe cuántos años. Hasta que regularice sus papeles y venirse a su país natal.
No pensé que la primera vez que conocería el aeropuerto, fuera el día en que me despidiera de mi mamá. Tras un largo viaje hacia Italia – Roma.


CONTRASTES

No soy madre ni tampoco hace falta serlo para sentir el gran dolor que puede ser perder a un hijo. Sin embargo, Rosario García vive en carne propia esa tortura atroz minuto a minuto hace más de 70 días, pues Ciro Castillo-Rojo su hijo, se extravió en un viaje hacia el valle del colca en Arequipa.

Paso a paso, metro a metro, kilometro a kilometro se ha hecho la denodada búsqueda por más de dos meses. Y es que la Unidad de Salvataje de Alta Montaña no da por culminada su labor aunque no haya alguna pista que indique donde se le puede hallar, tampoco la ayuda de la última persona que lo vio Rosario Ponce, su enamorada, que en vez de ser un apoyo para la familia, está en la mira como una sospechosa de un posible crimen, ya que el mismo padre del desaparecido acaba de levantar una denuncia en su contra.

Es un nuevo día y el sol no se hace esperar al menos en mi distrito justo en esta fecha donde celebramos el Día del padre. El mío acaba de levantarse luego de una ardua labor en la mecánica. Lo observo amarrarse los zapatos que le compré hace más de un año. Usa el escaso líquido que le queda para teñirlo de negro y borrar ese poco lado marrón que se asoma. Que viejo, gastado y hasta un poco abierta las suelas se encuentran. Mientras se coloca la casaca para salir con la moto a “cachuelarce” un poco, se siente el olor a grasa y aceite de motor de cuatro tiempos Bajaj.

Me vuelvo muy sensible y pasa por mi cabeza preguntarme ¿Cómo se sentirá y qué estará haciendo este día el padre de Ciro? Ese señor realmente se puso la camiseta y no se ha detenido en la búsqueda de su hijo porque al igual que su esposa, aun tienen esperanzas de encontrarlo. “Yo me imagino a mi hijo en posición fetal dentro de una cueva escondiéndose de algún animal peligroso y diciéndome: Mamá ven por mí” Escuché hace muchas semanas atrás la voz vibrante de una madre con el corazón en la mano suplicando ver a su hijo.

Seguían pasando las horas y mi padre retornó a casa diciendo: “¿A dónde me van a llevar?” jajaja… reí yo. Mientras tanto, como decía mi tía ya difunta, “entremesi” recordaba que hace una semana había llamado a mi amigo Pablito Cataño, que si no fuera que su apellido se cambiara de Cataño a Tacaño, le caería “a pelo”. A Pablo le pagan mensualmente más de s/.1200.00, sin embargo solo me prestó s/. 50.00. Pero igual me sirvió de mucho pues lo junté con mis ahorros y cutras del todo el año. Con eso ya es suficiente para invitarlo a comer donde “Los agachados” y deguste su higadito frito con yucas que lo conllevan a desalivar con solo observarlo y olerlo.
Y así como yo tengo a mi amigo Cataño, Ciro Castillo los tiene aun más. Pues las demostraciones de amor y cariño que se le hecho a su nombre mediante vigilias tanto en Lima como en Trujillo y lograr una acogida hasta de 80 personas donde oraban y cantaban “Nosotros somos el mundo” de Michael Jackson. Con ello, es más que suficiente deducir que la amistad no se halla por “Chiripa”.

Sabemos que hay una madre que busca a su hijo y que su amor infinito nunca la acabara ni terminarán desplomándola de esa fe, quizás por muchos incomprendida, el de hallarlo con vida. Un padre osado ante su trabajo y economía que sin ninguna finalidad interesada, solo anhela volver a estrecharlo entre sus brazos. Y hay personas como yo que aun creen en los milagros y tenemos la incertidumbre por saber que Ciro retornará. 

NO SOLO PIENSO HASTA LAS DOCE

¡Flaca! Escucho gritar a un maleante más de por ahí. Nunca volteo porque ya sé que es lo que viene después. Y es que este cuerpito que Dios me dio, no lo tiene cualquiera. ¡Qué linda cinturita tienes! ¡Qué flaquita, yo también quiero ser así! Sinceramente no me creo “La última chupada del mango” simplemente me parezco a mis padres.

Los ojos castaños oscuros que son remarcados y jalado a los costados como actriz hindú, con un lápiz negro de s/. 20. No pretendo parecerme a una de ellas, pero mi estilo es así. Gladys, mi madre, tiene el cabello lacio y muy fino como el de un ángel. Logro yo también tenerlo así, siempre y cuando lo lavo como ella me lo exige y con un buen shampoo.

El perfil griego lo heredé de mi papá y no me da vergüenza decirlo, pues tengo una marca en la nariz que será muy útil para que me reconozcan el día en que me muera. No soy negra, pero mi hermana me dice zamba. No soy tan flaca, pero mis tíos me dicen muerta. Como sea soy Katherine Córdova y para quienes me quieren pueden decirme como deseen. No hay problema. No soy 90 – 60 – revienta, pero me amo.

La depresión no es mi fuerte, sin embargo soy muy sensible desde cuando veo a un perro callejero y enfermo, hasta cuando me preguntan ¿Y tu mamá? Trato de ser muy chistosa, lo más que pueda para así olvidarme de algunas cuantas penas. Trato de ser seria pero al final peco de amargada y no soy así. Quienes me conocen saben que puedo dar mucho por mi prójimo. Trato de no tener problemas con nadie, porque ya me ha pasado y no se lo deseo a alguien. Me relaciono muy fácilmente con los demás, pero al mismo tiempo estoy a la defensiva, ya que dicen que es bueno desconfiar de todos y no está de más.

¿Mi pasión? El periodismo y para llegar hacerlo sin mediocridades me he trazado una catarata en dirección hacia arriba porque es muy rápido y directo y es por ello que me identifico con ello. Cada día trato de hacer las cosas mejor y aunque soy de las personas que se ahogan en un vaso de agua cuando algo sale mal, reflexiono y me cuestiono ¿La impotencia me puede ganar? ¡No! Así que ¡Voy a sacarle el jugo para darle la contra!

Y es que a pesar de que el miedo quiera apodarse de mí y no atreverme a saltar al campo, sé que no será difícil si todo lo que hago, lo hago con amor, pues no solo es mi carrera, es mi vocación, es mi pasión. Voy a demostrarles que no solo las negras pensamos hasta las doce, porque en un futuro no muy lejano tendré mi Pulitzer.