lunes, 4 de julio de 2011

NUTRITIVAMENTE APESTOSO



El mercado estaba reventando un domingo por la mañana, me encontraba con mi abuela haciendo compras para el almuerzo, cuando por mis fosas nasales ingresa un olor deplorable ¿Qué se puede hacer cuando tu abuelita te invita un suculento plato de mazamorra de Tocosh? Pues solo recibir, ya que siempre te lo dan con engaños cuando el plato es horrendo.

Una papa procesada naturalmente con fines curativos y alimenticios que es guardada bajo mallas o pajas por 6 meses, es el tocosh. No se lo recomiendo a las personas bien perfumadas ni esas eticosas que solo hallan solución en pastillas o jarabes para curar la gripe, la tos, asma, artritis, etc.

A pesar de que sea tan nutritivamente apestoso, esta medicina natural ha inspirado en mí las ganas de seguir conociendo cosas extrañas que se puedan ingerir. Así la nariz no soporte más esa sensación podrida, prometo que volveré a tomármela por más el estómago me grite antes de pasar a digerirlo pero antes me taparé la nariz. Gracias abuela por darme tu receta casera.

DESEO CAMINAR TRANQUILA




“Vengo de las alturas, por donde brilla el sol” como dice la canción. Y no necesariamente vivo en la sierra, sino en uno de los tantos cerros del distrito de San Juan de Lurigancho. De ese por donde ahora me dirijo a bajar y mirar el campeonato de fútbol de los suburbios. Los Tigres Vs. Los campeones, son los equipos listos para la pichanga, unos cuarentones dispuestos a ganar la copa que aparentaba ser valorizada no menos de s/.50.

Me gusta ver este acontecimiento, ya que el barrio se une y nos llenamos de algarabía mientras los finalistas se preparan a dar lo mejor. Y es que prefiero este escenario, que el de un día antes o como casi todos lo demás días, donde las barras de Alianza Lima y Universitario se enfrentan con sus mejores sables, navajas, piedras y pistolas por dejar en alto su equipo.

Si se supone que la población urbana en el mundo era hasta el año pasado el 60% me concientiza a preguntarme mientras ya ha comenzado el partido. ¿Qué nos espera? Y la única respuesta que se viene al cerebro es: No sé. Me asusta pero ¿Debo preocuparme? Para eso está la policía. Desgraciadamente, esta es corrompida por algunos miserables soles. ¿Y el gobierno?, quien siempre jura que la violencia urbana será erradicada en nuestro país. Pues no se hace casi nada. Sin embargo, porque culpar a los demás si se dice que eso es problema de educación por lo tanto, proviene de casa.

Continúa el segundo tiempo con un empate de 1 a 1 y recuerdo que los problemas con los jóvenes, no son solo en los suburbios y eso lo corrobora un estudio de World Resources Institute donde indican que la violencia interpersonal son las que más ascienden en los países en vías de desarrollo. Y la Universidad de Toronto en Canadá, indica que los índices de crecimiento en la población urbana, no son problema y que sólo al combinarse con otros factores, como las crisis económicas y un debilitamiento de la acción del Estado, contribuyen a la violencia.

Me pido una Chanfainita con Tallarines rojos y una carapulcra con Chancho que al ojo se ve y huele a sazón chinchana. De pronto, escucho a mi costado dos adolescentes de unos 15 y 17 años, con aspectos muy descuidados y hasta mal alimentados, hablar de la transformación a “Super Sayayin” del famosísimo personaje Gokú y su victoria al matar a un tal Frezzer con un Kame-Hame-Há. No cabe la menor duda que los medios de comunicación son también un factor muy influyente en la sociedad y si se trata de cambiar moldes en jóvenes con mucha más razón. Según la revista Enlace de Nicaragua, en el mundo existen revistas y periódicos donde venden violencia de nivel primario donde se construye una población distorsionada, puesto que incluyen dureza en la vida cotidiana. Asimismo, la televisión difunde conductas violentas y genera modelos, valores y técnicas delictivas. A los 16 años un niño colombiano ya habrá visto 150.508 actos violentos, 17.520 asesinatos y 224.640 comerciales, pues los programas de fin de semana muestran un promedio de 18 actos violentos por hora.

¿Qué hacer para no terminar como ciudad Juárez en México? Que es la ciudad más violenta del mundo. En donde el peligro consiste en estar vivo, donde cada día ocurren de 8 a 15 asesinatos, donde más de 5 mil personas han muerto desde que el 2008 comenzó la guerra del presidente de México y el Ejército contra el narcotráfico, donde los trabajadores de gimnasios, bancos u otros, tienen que vivir en sus centros de labores para salvaguardar sus vidas y donde el silencio huele a muerte latente.

Yo, al menos por mi barrio, deseo caminar tranquila sin mirar a los costados o atrás y estando a la defensiva hasta con quien me pregunta por la hora. Los traumas quizás no pasen tan fácilmente de mi cabeza tras circunstancias perjudiciales como robos, presenciar que alguien se drog
a, escuchar al dirigirme a casa que se aproxima una “bronca” dentro de unas horas. Porque esto puede trascender en el tiempo. ¿Qué hacer? Me lo sigo cuestionando mientras suena el pito indicando el final del juego y logrando “Los Tigres” la ansiada copa del barrio Las Malvinas.

¿ACASO NO VES LAS NOTICIAS?


Esta pregunta seguramente lo has escuchado de alguien pero sobre todo alguna vez de tus padres. Y es que cuando me dicen eso se me vino a la mente ¿acaso la pregunta no era, no ves películas? Atino a reírme tan solo recordarlo, pero es cierto. Las noticias no son utópicas, son realidades sociales donde todos somos parte de ella.

Creo que los medios de comunicación aparte de formar a la gente, están llenándonos de sensacionalismos y nos dan DRAMACIEROS al 99.9% del día. Pues ver gente maltratada, sicarios y “marcas” al asecho, asaltos al paso, etc. Ocasiona que la gente se espante en vez de informarse.

¿Ese es el gran rol que todo periodista debe cumplir? Mis padres viven asustados que las llamadas a cada hora no se hacen esperar para solo preguntarte ¿Estás bien? Y seguro de muchos también. ¿Acaso los vuelven sobreprotectores? ¿Acaso la alineación de los comunicadores se están desviando? Son efectos que los medios proyectan con cada transmisión.

PARA NO DECIR… ¡AH, COMO SIEMPRE!



Un empate como debut de nuestra especial selección peruana, no cae mal a casi nadie. Yo lo vi desde el minuto 63 y ya habían anotado un gol tanto Uruguay como nosotros. No sé si habrán jugado bien o si lo habrán hecho mal porque el campo futbolístico no lo domino.

Creo que trato de guiarme de algún comentarista deportivo, pero me recomendaron que no lo haga pues no todos saben interpretar y además tienen inclinaciones. Pero con el esclarecimiento que hizo Markarián, “ahora debemos ganar para asegurar una clasificación”, puedo deducir que los resultados no fueron los más gratos. Claro, el chiste de todo partido es ganar y no empatar, sin embargo nos sentimos conformes porque ¿Perú está acostumbrado a las derrotas? ¿Por qué tenemos un país más optimista que Haití?

A los 24 minutos del partido muchos saboreamos el único gol por parte de Paolito Guerrero que acaba de ser considerado como el mejor jugador del Perú por su desempeño en este tanto 1 – 1. Esperemos que el “depredador” nos siga trayendo respiros de esperanza para ya no seguir diciendo como muchos “ah, como siempre” aunque los amantes del fútbol digan que nunca lograremos ir al mundial por falta de compromiso en los jugadores.

lunes, 27 de junio de 2011

¿COMPARTIRLO TODO?

Amigas desde hoy y siempre (ADHYS), así decidimos llamar al grupo Mayra, Mabel, Milagros, Kathy, Keren y yo, las seis supuestas mejores amigas de los tiempos. Lo sabíamos todo entre todas, salíamos a muchos lugares juntas hasta nos fuimos de viaje, pero no sabía que ser amigas también existiría el “compartirlo todo”. Claro, uno a simple vista puede decir. ¿Qué tiene de malo? Si todas las amigas comparten. Sin embargo Mabel tenía la concepción de compartir todo absolutamente todo. Fue duro por muchos motivos, un hombre no es motivo para juguetearlo así se lo merezca. Además, ¿Qué pasaría si yo esté tan enamorada? No me gustaría ver a mi enamorado con mi mejor amiga ¡En la vida! y lo más importante ¿Qué imagen podría tener yo al comportarme así?

En uno de nuestros trabajos grupales, Mabel no asistió. Nos preocupamos mucho y decidimos ir a su casa a ver qué pasaba. Toda su familia nos habían dicho que si salió, así que decidimos esperarla más tiempo. Regresamos al lugar donde habíamos quedado en encontrarnos desde un principio y por lo lejos la vimos venir sonriendo. No quiso aclararnos nada, pero si recompensó su tardanza con otro trabajo.

Por la tarde y en plena clase, corría el rumor que una de mis mejores amigas se había encontrado con el entonces mi enamorado, a mis espaldas por la mañana. ¿Qué habría pasado? No lo sabía. No decidí preguntarle, pues supuse que me lo contaría ella misma. Pasaron los días y no recibí aclaración alguna, mientras tanto las especulaciones seguían y seguían hasta el punto de enterarme que Mabel se había encontrado en el supermercado Metro con mi chico.

Ese mismo día por la noche en el chat conversé con mi atolondrado para saber que había pasado. El muy sinvergüenza me había dicho que sí era cierto, pero que no habría que preocuparme porque solo se dieron un beso. En ese momento no supe cómo reaccionar. Una de las que se decía llamarse mi mejor amiga besándose con un hombre que dice estar enamorado de mí, pero a mis espaldas haciendo lo indebido. ¿Qué hacer? Lo que todo el mundo esperaba, encararla y decirle por qué lo hizo.

Me insistí en tener mucha paciencia al hablar con ella porque de lo contrario, no sé como hubiera actuado. El momento llegó y ella ni siquiera se disculpó. Solo dijo: Pero Katherine, somos amigas y las amigas lo deben compartir todo. No niego que al escuchar eso quise ir donde su enamorado y besuquearlo para que supiera que se siente compartirlo todo. Pero recordé en ese momento que el chico que le gustaba a ella me acortejaba, así que decidí hacerle caso solo por un rato en una de las fiestas donde planeamos ir juntas. Como siempre me sacó a bailar y como nunca yo acepté. No era feo ni mal educado, además bailaba muy bien. Mis “amigas” se “mataron de risa” mientras tanto, pero Mabel se notaba muy incómoda y anonadada.

Al son de un reggaetón y con la manera de bailar que sólo yo podía hacerlo, bueno al menos eso me decían ellas: “Eres la mejor bailando cualquier ritmo” hasta me pedían que les enseñara. Pero bueno, siguiendo con el baile, Mabel ya no aguantó más y se fue. Ya no tenía caso seguir bailando con él, así que ¿Cómo sacármelo de encima? le dije que me esperara, pero nunca regresé. Fui corriendo para alcanzarla y lo logré. Tan profunda fue la conversación que ambas lloramos mucho. Decidimos ahí terminar con nuestros enamorados.

Desde ese momento ya nada era igual entre las seis. Cada una por su lado, pero Mabel y yo juntas. De solo recordarlo carcajeo. Ahora que estamos fuera del colegio, cada vez que recordamos las ADHYS esos momentos solo reímos. Pero las extraño mucho. Hasta donde sabía, Mayra estudiaba, pero ahora trabaja; Milagros tiene un bebe y trabaja arduamente, ya que es madre soltera; Kathy solo trabaja para mantener a su madre, pues sufre de cáncer; Keren se volvió cristiana, siempre que la vemos está con faldas y no se maquilla ni corta el cabello porque su religión no se lo permite; y Mabel está estudiando ingeniera civil y trabajando por las vacaciones.

Actualmente sé diferenciar amigos de compañeros, por lo tanto digo que mi única y mejor amiga es mi madre porque sé que ella si sabe que significa compartirlo todo, además nunca me traicionaría y me ama como yo a ella. Quizás con el tiempo nuevamente crea en alguien más. Solo quizás.

LA NIÑA DE JUNTO AL CIELO

San Juan de Lurigancho es considerado el distrito más populoso de Lima y allí encontramos a “Las Malvinas”. Un asentamiento humano en el cual la vida no vale nada; O bueno. Casi nada. Soy privilegiada de contemplar un panorama que muchos no pueden apreciar desde su casa. Y no precisamente porque vivo en un muelle, malecón o puerto cerca al mar, sino que vivir como invasores en los cerros hace que te beneficies con esa vista.

Desde que llegué a este barrio entablaba conversación con chicas de mi edad en ese entonces, pero conforme pasó el tiempo cada una de ellas salía embarazada. Fue como si una racha estuviera atacando al barrio. Desde ahí mis padres me prohibieron relacionarme con alguien más. Solo saludar a los vecinos por respeto y eso no ha cambiado hasta ahora.

Al costado de mi casa vive la señora Susana “La loca” y su hija Mireya “Loca Junior”. Así le apodó mi mamá. Siempre desde las 7.30 a.m. nos despierta con lo mejor de su repertorio musical de “Chacalón”. Pareciera que escucha en volumen máximo, porque la bulla es demasiada y muy desagradable. Se la pasa gritando por las puras y se dice de ella que su conviviente la dejo por ser muy violenta, grosera y sufrir de depresión. Pero por lo visto eso ha repercutido de su madre, puesto que ambas sufren el mismo problema.

De los demás vecinos no sé nada o casi nada, lo que si queda muy claro es que ellos si conocen tu vida al revés y al derecho. No sé cómo, pero lo saben. Lo delatan las miradas y murmullos que dirigen cada vez que se acaban de enterar una “calientita”.

Este asentamiento cuenta con una cancha de fútbol y no precisamente con gras o material noble, más bien es una pampa en la cual se han puesto tres palos de cañaveral en cada extremo que simulan ser el arco. Eso sí, solo juegan los mejores, ya que todos los domingos realizan como una especie de campeonatos; todos vestidos como verdaderos futbolistas y las hinchadas sentadas en las piedras o ladrillos donde hallaran la mejor comodidad para disfrutar de un buen partido. “La señora Conchita” aprovechando el momento, se coloca en la puerta de su casa a vender un rico ceviche con tallarines rojos y papa a la huancaína (que tal combinación).
Y bueno. Si no hay siquiera una buena cancha de futbol, pues mucho menos hay un parque donde uno pueda quitar el estrés aunque sea.

En la esquina de mi casa se encuentra “La tía veneno” ni siquiera sé su nombre, pero la gran mayoría la conoce y llama así. Ella vende en su carrito sanguchero comida “chatarra”, es decir salchipapas, pollo broaster y hamburguesas. Colocando una mesa y un par de bancas donde los comensales puedan degustar de su sazón acompañados de la televisión en sintonía de la serie más vista no solo en mi barrio “Al fondo hay sitio”.

Y a la otra esquina se encuentran “Los aliados” así dicen llamarse por ser del equipo blanquiazul “Alianza Lima”. Siempre se la pasan fumando, tomando, peleando, gritando (pasándose la voz o “gileando”. Sus nombres no los sé.

Este es mi barrio y he aprendido a adaptarme desde hace mucho tiempo a ella. A pesar de que no contamos con un santo de concreto y una cascada que lo acompañe al finalizar la calle, si vamos a misa todos los domingos y cada mes de octubre que llega el Sr. De los milagros del distrito, estamos esperando ansiosos su llegada colocando cadenetas, globos y una mesa pequeña donde se coloca flores y su imagen en un cuadro a la espera de bendecir el lugar donde vivimos.


“QUERÍA DESCANSAR”



Morir el día de tu cumpleaños a consecuencia de una enfermedad terminal, es uno de los episodios de la vida más trágico que le puede suceder a una persona y Analí Cabrera lo pasó. Luchó desde el 2007 con ese padecimiento que las mujeres tanto tememos: Cáncer al seno.

El tumor ya estaba aquejándola también a los pulmones, razón por la cual tuvo muchas quimioterapias que fueron debilitándola poco a poco. Casi siempre la hemos visto luchadora ante cámaras y dando su testimonio de vida para que sea de ayuda a otras mujeres que padecían de la misma enfermedad, sin embargo nadie podía verla llorando y suplicando a Dios por su vida y familia.

La recordada “Chelita” dejo de existir el 21 de Junio a las 5.20 a.m. coincidentemente el día de su onomástico 52. Su familia y su pareja Havier Arboleda rodeaban el féretro de una de las mejores artistas de la televisión peruana. Quizás muchos no la reconozcan, pero los que sí pudieron disfrutarla en la cúspide de su carrera, podrán decir: Qué pena perder a una mujer tan joven.

A mediados de este marzo, Cabrera fue internada en el área de emergencias en el hospital Edgardo Rebagliati tras sufrir una recaída de la enfermedad que la perturbaba. Lamentablemente ya no habrá más una secretaria inocente pero sexy para que un “jefecito” caiga rendido a sus pies con solo dirigirle la palabra.

Casualmente horas antes de morir, Analí pidió a su familia que se vistiera de blanco y a Havier, que fuera muy feliz. “Quería descansar” estas fueron sus últimas palabras y quizás hasta su último deseo.